Vale, las islas del golfo de tailandia son un destino turÃstico predilecto para todo el que visita el paÃs y Koh Tao, al contrario que sus hermanas mayores Koh Phangan y Koh Samui es vendida cómo un oasis sin masificar, en que disfrutar de la naturaleza en tierra y del buceo en el mar, pero... ¿Es oro todo lo que reluce? Aquà te damos cinco razones para no visitar la isla, porque a nosotros no nos pareció que mereciera la pena.
1. El precio.
Vale que las islas siempre son caras por su situación geográfica, pero Koh Tao con respecto a otras partes de tailandia se lleva un premio. MuchÃsimos restaurantes con precios inflados porque saben que el turista los paga, supermercados y 7-Eleven que tienen precios muy por encima del resto del paÃs. Una ruina.
2. En relación con lo anterior, los taxis. Una mafia, sin más.
En una isla de unos pocos kilómetros de diámetro pagas por trayectos lo que pagarÃas en Madrid. Para flipar. Por ejemplo, para ir desde Chalok Bay al Puerto, 200 Baht por persona, por un trayecto de menos de 3 kilómetros.
3. El estado de las carreteras y la geografÃa.
Koh tao tiene playas increÃbles, calas de ensueño y vistas magnÃficas desde las alturas. El relieve isla adentro es de aúpa. Cuestas y más cuestas, con carreteras en mal estado, con senderos entre la selva igualmente mal cuidados. Hay que estar muy preparado para disfrutarlo, y encima llegas a los miradores y te toca pagar, porque todos ellos tienen un "dueño" en forma de restaurante o resort, algo que también pasa con sus algunas playas.
4. La pérdida de identidad tailandesa de la isla.
Puedes pasar allà una semana sin necesidad de hablar con un tailandes. Si en España nos quejamos de que Mallorca esta colonizada por alemanes, en Koh Tao la colonización ha sido de los occidentales.
5. El impacto en el medio ambiente.
Si en algún momento Koh Tao fue un paraÃso virgen, eso ya pasó. Pese a iniciativas para reducir el consumo de plástico, el reciclaje es inexistente (cómo en el resto del paÃs) pero además la sobreexplotación de los pingües recursos de la isla para soportar tantÃsimo turismo han destrozado muchos corales, han ensuciado un montón de playas y amenazan con acabar con la vegetación de su interior a costa de construir moles de hormigón para nuevos hoteles.
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