Viviendo en Alemania y siendo españoles las fronteras nos suenan a cosas del pasado, o de algún sitio muy lejano, gracias a la Unión Europea, pero dado que nos vamos casi al otro lado del mundo, no nos vamos a librar de cruzar pasos fronterizos, tener que pagar por algunos visados y quizá hacer largas colas porque el funcionario de turno pone pegas a nuestra entrada al país.
Para no perder la paciencia antes de tiempo, hemos recopilado toda la información de internet y alrededores porque no querríamos acabar echando una mañana en un paso fronterizo que sólo aceptase a tailandeses y malasios por desconocimiento.
Lo primero es lo primero, así que antes de saber dónde cruzar para ir de un sitio a otro, nos interesaba saber dónde nos iban a dejar entrar, por cuanto tiempo, y lo que nos iba a costar la autorización. Y esta es la conclusión a la que llegamos.
TAILANDA
Es la puerta de entrada al sudeste asiático, nosotros llegaremos a Bangkok, y cómo ciudadanos españoles tenemos acceso a una visa gratuita "on arrival" (al llegar) que nos permite estar en el país por 30 días (sin múltiples entradas). Si entras a Tailandia por tierra, el visado gratuito es sólo por 15 días.
MALASIA
Quizá el más sencillo de todos los países que hemos pensado visitar. Entrando por tierra o por aire, los españoles recibimos 90 días de libre tránsito por todo el país de manera gratuita.
VIETNAM
Para los españoles, en conmemoración del 40º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, la exención de visado por 15 días* se mantendrá al menos hasta el 30 de junio de 2021. Si quieres permanecer por más tiempo, deberás solicitar una visa extra***
CAMBOYA
Tanto si llegamos en avión cómo a pie por los diferentes pasos fronterizos, el coste es de 30 dólares por una estancia continuada de 30 días. Tenemos que tener cuidado con los funcionarios, que siempre intentan cobrarte un recargo extra por la cara.
LAOS
Al igual que en el caso camboyano, la visa se tramita al llegar al puesto fronterizo, y cuesta 35 dólares por 30 días de duración.
MYANMAR
La única visa de la zona que tienes que gestionar antes de llegar al país. El coste por 28 días es de 50 dólares, y podremos solicitarla en Bangkok****. Hay que tener cuidado, pues una vez expedida, sólo tiene una vigencia de tres meses.
Una vez supimos los requisitos que íbamos a necesitar para entrar en cada uno de los países que habíamos planeado, tocaba echar un vistazo a los pasos fronterizos.
* http://www.exteriores.gob.es/Embajadas/HANOI/es/Noticias/Paginas/Articulos/Vietnam-prorroga-la-ex.aspx
** https://www.vietnamonlinevisas.org/
*** Una vez dentro del país, se puede solicitar en las oficinas de inmigración una visa, de por ejemplo 30 días por 35 dólares si no tienes prisas, pues se recogería entre uno y dos días después. https://www.vietnam-evisa.org/visa-fee/spain.html
Tras tenernos bien aprendido todo lo que íbamos a necesitar para que nos dejasen entrar en un puñado de países, tuvimos que buscar por dónde, y resultaba que había un montón de pasos fronterizos entre los diferentes países, pero no todos iban a ser igual de buenos, claro.
Aquí los pusimos en orden, para no acabar discutiendo con algún funcionario por tratar de entrar por donde no debíamos:
TAILANDIA - MYANMAR
- Mae Sot - Myawaddy: probablemente el más popular de los pasos fronterizos entre estos dos países, pues es el que queda más cerca de Rangún, la ciudad más poblada y antigua capital de Birmania.
- Mae Sai - Tachileik: el paso fronterizo más al norte de Tailandia, conecta con una de las partes más remotas de Birmania.
- Ranong - Kawthaung: relativamente cerca de Phuket, muchos turistas usan este paso fronterizo para extender su visa en Tailandia. Se cruza en ferry, y permite entrar sin visa en Birmania siempre que inmediatamente vuelvas a Tailandia, revonándose el visado de Tailandia por otro mes.
- Phunaron - Htee Kee: cercano a Dawei por el lado birmano (160 kilómetros, unas seis horas de autobús) y a Bangkok (alrededor de 200 kilómetros), no acepta visas electrónicas, sólo aquellas tramitadas personalmente.
- Three Pagodas - Singkhorn: a efectos prácticos, este paso fronterizo no interesa, pues sólo acepta a birmanos y tailandeses.
TAILANDIA - CAMBOYA
- Aranyaprathet - Poipet: el paso más concurrido de todos, acostumbra a estar colapsado, así que intentaremos evitarlo.
- Chong Sa Ngam - Anlog Veng: pilla un poco apartado de las ciudades tailandesas, de modo que el viaje hasta el paso suele hacerse en moto, encareciendo un poco el coste.
- Hat Lek - Ko Kong: El paso más al sur, y otro de los más concurridos.
- Chong Jom - O Smach: un paso que une el este de Tailandia con el norte de Camboya, poco concurrido.
- Baan Pak - Phsar Prum: otro paso fronterizo en la parte centro de ambos países.
TAILANDIA - LAOS
- Chong Mek - Pakse: cercano al sur de Laos, une una pequeña ciudad tailandesa con uno de los puntos más turísticos de Laos.
- Nong Khai - Vientiane: primero de los dos puentes de la amistad entre Tailandia y Laos, excelente conexión con la capital laosiana.
- Bang Sai Yai - Savannakhet: segundo puente de la amistad entre los dos países. También al este de Tailandia y en la parte central de Laos.
- Bungkan - Pakxan: cercano a Vientiane, no acepta las visas "on arrival", debe tramitarse previamente.
- Chiang Kong - Ban Kouayxay: el más reciente puente de la amistad, al norte tanto de Tailandia cómo de Laos, quizá el ideal si queremos recorrer Laos de norte a sur completamente.
TAILANDIA - MALASIA
- Sungai Kolok - Rantau Panjang: un paso fronterizo cercano a la costa este de ambos países.
- Betong - Pengkalan Hulu: un paso fronterizo en la zona central de la estrecha península de Malaca.
- Sadao - Changlun: un poco más al norte que el anterior, este además está abierto las 24 horas del día.
- Hat Yai - Pedang Besar: a recorrer en minibús o en tren, también se encuentra abierto las 24 horas.
- Tambon Pak Nam - Langkawi: desde la Tailandia continental conecta en ferry con una de las islas de Malasia.
VIETNAM - LAOS
- Khe Sanh – Lao Bao: une la parte central de Vietnam con el sur laosiano.
- Cau Treo – Kaew Neua: a aproximadamente la misma distancia de Hanoi (bajando hacia el sur) que de Vientán (desplazándose hacia la izquierda).
- Nam Xoi – Na Maew: relativamente cercano a Hanoi.
- Bien Phu – Tay Trang: muy en el norte laosiano, en el noroeste vietnamita.
- Nam Can – Nam Khan: bastante cercano al anterior.
VIETNAM - CAMBOYA
CAMBOYA - LAOS
- Moc Bai - Bavet: Paso fronterizo abierto de ocho de la mañana a ocho de la tarde, cerca de Hoh Chi Min.
- Ving Xuong - Kaam Samnor
- Tinh Bien - Phnom Den
- Hà Tiên - Prek Chak: Se llega en bus hasta Hà Tiên desde Yet, una pequeña localidad cercana, y una vez en el paso fronterizo, deberíamos buscar un autobús que nos llevase, tras unas horas de viaje, a Can Tho.
- Veun Kham - Dom Kralor: muy cercano a las famosas 4000 islas del Mekong, es el único paso fronterizo abierto entre ambos países.
LAOS - BIRMANIA
- Luang Namtha - Xiengkok: pese a su existencia, no tiene utilidad a efectos prácticos, pues sólo es transitable por ciudadanos de ambas naciones.
No sabemos cuáles acabaremos por usar y cuáles no, pero por si acaso, los tendremos todos presentes. Estamos seguros de que especialmente en las zonas fronterizas tenemos que estar más alerta que nunca respecto a posibles robos de equipaje, timos de todo tipo (desde taxistas cobrando el doble a funcionarios corruptos) y pequeñas extorsiones. Igualmente, vamos a revisar tanto antes cómo después de atravesarlos de modo concienzudo nuestras mochilas, para evitar a toda costa que nos metan algo de contrabando que nos pueda suponer un problema.
La noche que compramos los billetes de avión para Bangkok no éramos conscientes aún de todo lo que habíamos acumulado en nuestro apartamento en apenas unos meses; pero cuando llegó la hora de reducir todas nuestras pertenencias a los siete kilos que queríamos que pesasen nuestras mochilas, ¡madre mía!
Creo que yo tenía esos siete kilos sólo en camisetas, y teníamos otros siete kilos en calcetines desparejados, así que para hacer unas mochilas que no nos fuesen a romper la espalda al segundo día en Tailandia tuvimos que ponernos muy serios con el concepto "MENOS ES MÁS".
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| ALGUNOS IMPRESCINDIBLES, OTROS NO TANTO... |
Lo primero que teníamos que hacer era elegir que mochilas queríamos y en ambos casos estuvimos mirando por internet diferentes opiniones y acabamos tomando la decisión que más o menos nos dio la gana, porque Mireia va a usar una mochila de Decahtlon de 60 litros que ya usó hace más de cinco años para hacer un par de viajes por Europa y con la que estaba muy contenta y yo me compré otra mochila, también en Decathlon en este caso de 50 litros, aunque aparenta ser algo más grande que la de Mireia.
Hemos leído que las mochilas deberían rondar el diez por ciento del peso corporal en algunos sitios, y en otros hasta diez o doce kilos, y lo primero nos parece bastante relativo, porque está más relacionado con la fuerza de cada uno que con su peso absoluto y lo segundo nos parece una auténtica barbaridad. Hicimos la prueba para ver si once kilos era algo accesible y la impresión fue bastante clara, ¿teníamos la espalda cargada de ladrillos?
Tras preguntar a un amigo entendido en la materia, nos decidimos por no cargarlas al máximo, sino rondar los siete kilos, que deberían permitirlos llevarlas sin demasiado desgaste pero también sin olvidar nada de lo que consideramos imprescindible:
Cómo todo en esta vida, cada cuál tiene su opinión, y lo que a nosotros nos parece importante llevar en la mochila a otros les parecerá accesorio, pero así es cómo lo hemos decidido. Creemos que la cantidad de ropa que llevamos es más que suficiente, y que en caso de que con el paso de los días está vaya rompiéndose, nos interesa más comprar ropa en el lugar en que estemos que llevar mudas extra en la espalda durante semanas.
Igualmente pensamos que puede ser bonito escribir un diario de lo que vayamos viendo durante el viaje, con intención de recordarlo dentro de unos años, pero sabemos que quizá esto no sea tan importante para otras personas.
Por último, es posible que resulte raro que no llevemos saco de dormir, pero las zonas a las que vamos son cálidas y tampoco tenemos intención de dormir a la intemperie salvo urgencia, de modo que aunque en su momento compramos sendos sacos, finalmente los vamos a dejar en casa, porque creemos que a lo mejor en varios meses sólo los usaríamos un par de noches, y es mucho peso para tan poco uso.
No llevamos portátil o tablet, pero es probable que durante el inicio del viaje compremos uno de los dos cacharros (al final nos compramos un portátil-tablet pequeño), para poder consultar algunas cosas, aún así buscaremos siempre algo lo más ligero posible, porque no creemos que vayamos a tener tiempo para editar en profundidad fotos o vídeos, cómo para necesitar un equipo grande de dos o tres kilos.
Ambos vamos a llevar móvil, y creemos que de momento nos bastará para el tema fotográfico, pues ninguno de los dos somos expertos y no sabríamos aprovechar al máximo una buena cámara, y para tenerla durante meses en el fondo de la mochila, a riesgo de perderla o romperla, hemos preferido exprimir al máximo nuestros teléfonos.
Tras tener todo listo, quisimos ver cuanto nos había costado todo el equipo, porque una de nuestras máximas es reducir gastos y nos llevamos una buena sorpresa. Los costes de todo no los sabemos, pero por poner algunos ejemplos:
- Ambos libros electrónicos tienen más de cinco años, pero en su momento costaron 80 y 40 euros.
- La mochila de Mireia costó alrededor de 60 euros y la de Horacio ha costado una cosa parecida.
- Casi toda la ropa es ligera y de marcas poco conocidas, así que el coste de las camisetas o de la ropa interior es muy bajo, y si las perdemos durante el viaje no será una tragedia.
- Las zapatillas impermeables y las chanclas han costado algo menos de 25 euros cada par.
- La batería externa costó hace dos años menos de 20 euros, y la memoria externa menos de 15 euros.
- Los impermeables, en el caso de Mireia es un regalo y en el de Horacio menos de diez euros.
- Los cojines para el cuello unos 12 euros entre los dos y las gafas de sol, las de Horacio unos 30 euros y las de Mireia algo más caras porque también están graduadas.
- El botiquín, los candados y el material para escribir lo teníamos ya por casa, así que no ha sido ningún dinero extra.
Tras hacer la cuenta, hemos gastado alrededor de 200-250 euros en tener todo lo necesario para un viaje de varios meses lejos de casa, lo cuál nos parece genial y nos ha hecho replantearnos muchas cosas.
Mientras hemos vivido en Heidelberg este último año hemos pagado un alquiler bastante alto, tanto que nos echábamos a reír mientras buscábamos algunos alojamientos, pues la noche en un bungaló cerca de la playa nos salía más barato que un apartamento en Alemania.
Tras ser consciente de ello, nos hemos sentido más orgullosos que nunca de haber tomado esta decisión, y esperamos que esto sea el comienzo de cambiar un poco nuestro estilo de vida y en el futuro tratar de reducir cosas cómo el consumo de envases de plástico o de los alimentos super procesados o vivir con menos cosas en departamentos más pequeños.
Porque cómo ya decíamos en el comienzo del blog ahora, tras tener listas las mochilas nos hemos dado cuenta de que definitivamente...
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| Menos es más |
NO se puede viajar sin seguro de viaje, no hay más, especialmente cuando se viaja a países que están en desarrollo. La sanidad pública, universal y gratuita que encontramos en países cómo España o Reino Unido son un lujo tan grande que solo cuando viajas y comparas te das cuenta de lo que tienes. Así las cosas, el seguro de viaje es incluso más importante que el repelente de insectos o el calzado adecuado, pues nos salvarán de dejarnos una fortuna en pagos médicos por cualquier percance que podamos sufrir mientras estamos de viaje.
Nosotros, cómo muchos otros antes, nos decidimos a buscar recomendaciones y nos encontramos algunos seguros que nos resultaron interesantes, cómo IATI seguros, AXA, ERV o Worldnomads en la mayoría de los Blogs de viaje que buscamos, especialmente los relacionados con el sudeste asiático. Cuando tanta gente habla bien de ellos seguro que valen la pena, pero nosotros nos decidimos a seguir buscando un precio aún más ajustado y que se ajustase a lo que creemos necesitar.
Así las cosas, acabamos encontrando True Traveler, tras leer algunas recomendaciones de foros y darnos cuenta de que las prestaciones que ofrecía lo hacían casi insuperable en relación calidad-precio.
Para nosotros cumplía seis requisitos que a continuación enumeramos:
- Su cobertura era mundial, cómo la mayoría, permitiéndonos desplazarnos por diferentes países sin la preocupación de tener que contratar un seguro específico para cada país que prevemos visitar.
- El gasto que cubriese por costes médicos debía ser elevado, mucho más de lo que incluso en el más catastrófico de los casos pudiésemos necesitar.
- Existiese la opción tanto de contratar mientras se está viajando (de cara a posibles extensiones del viaje) cómo de asegurar ciertos objetos de más valor (móviles, ordenadores) pagando un pequeño extra.
- Debía ofrecer la opción de eliminar el exceso, o lo que es lo mismo, si por ejemplo teníamos que pagar 1800 euros por una urgencia sanitaria, no tuviésemos que pagar los primeros 120, sino que el seguro se hiciese cargo de TODA la factura.
- Las opiniones que hubiese sobre el seguro fuesen geniales, cómo se puede ver aquí o aquí.
- Su precio no se nos iba de presupuesto, pues en algunos casos vimos seguros que nos obligaban a reducir el tiempo de viaje debido al costo de estar asegurados durante ese tiempo.
Sólo encontramos un pequeño contra, pero que quizá para ti sea importante, claro. El servicio que proveen es completamente en inglés, hasta donde nosotros sabemos, y eso puede ser un impedimento para muchos, pero nosotros, gracias sobre todo a que Mireia lo habla con soltura, nos atrevimos con él.
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| Aquí se detalla el montante que cubre el seguro en cada una de sus tres variables, de la más barata a la más cara de izquierda a derecha. Nosotros seleccionamos la más económica. |
Nuestra recomendación es totalmente desinteresada, pues no hemos tenido ningún descuento en este servicio ni aún nos hemos visto obligados a usarlo, pero lo que ofrecen de primeras parece genial.
True Traveler nos ofrecía una cobertura de 2,825 millones de euros en gastos médicos en su seguro más básico, además de eso, los gastos por defensa de una responsabilidad penal eran de casi 9.000 euros, para la repatriación también de casi tres millones de euros, más de un millón de euros en la responsabilidad civil, además de incluir el seguro de un puñado de deportes y actividades al aire libre.
El precio definitivo por cuatro meses de seguro de viajes para dos personas que True Traveller nos cobraba era de 385 euros en su versión más básica pero con cero euros de coste por exceso, lo cual nos llevó a darnos cuenta que estaremos asegurados por menos de un euro y medio al día, lo que cuesta en Alemania un kilo de plátanos, por ejemplo.
De hecho, nos resultó gracioso darnos cuenta de que pagamos cuatro veces más por el seguro laboral en nuestras nóminas que por este seguro de viaje...
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